La espera terminó. Slipknot pisó suelo paraguayo y cumplió con todas las expectativas. El Jockey Club Paraguayo se transformó en un aquelarre de metaleros que encontraron en la música de la banda de Iowa la catarsis perfecta.

Desde el primer acorde de “Eyeless”, la intensidad se apoderó del ambiente. Corey Taylor, con su carisma y voz inconfundible, condujo a la multitud a través de un setlist que recorrió toda su discografía. La puesta en escena, con máscaras, y una escenografía imponente, completó la experiencia sensorial para todo el público presente que vibro con cada potente tema.

La conexión entre la banda y el público fue palpable en cada momento. El pogo constante, los circle pits y los slam dance demostraron que Slipknot sigue siendo una de las bandas más poderosas del metal, que cuenta con un grupo de miles de fanáticos vaya donde vaya y no decepciona.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de APY live (@apy.live)

Como banda telonera y local Kuazar abrió el show, calentando al público realizando una previa increíble con acordes potentes antes de la gran presentación de Slipknot.