El grupo mexicano hizo vibrar a Paraguay.
Por Janinne Pérez González
Desde la semana pasada el grupo mexicano Bronco, el Gigante de América, tuvo presentaciones en nuestro país, primeramente, en Piribebuy ante 20 mil personas, el “sumun” en el Cumbia Fest que se realizó en el Jockey Club de Asunción y luego en la ciudad de Itá.
En estas tres presentaciones, los músicos con más de 30 años de trayectoria, han hecho vibrar a miles de personas y una vez más, reafirmaron la razón del porqué su nombre ya se inscribió en el libro de leyendas musicales contemporáneas.
Recordemos un poco la historia de Bronco, pues según habíamos visto en la serie inspirada en la vida musical del grupo, el primer concierto que dieron solo fue asistido por un perro, sí, por un perro, cualquiera en esa posición hubiera desistido, pero ellos, siguieron, perseveraron y hoy por hoy todos sus shows se en estadios llenos.
Bronco es una marca que bajo la indiscutible voz de Lupe Esparza y las letras de sus canciones, han dejado huellas en casi tres generaciones y, lejos de ver el final de esta agrupación, ellos nos enseñaron que las leyendas evolucionan y permanecen.
Lupe canta al lado de sus hijos, quienes le ponen la chispa y el sabor al show para ganarse al público que sigue coreando y bailando sus éxitos.
Lo que vimos el fin de semana en el Cumbia Fest fue una muestra de eso, fue un encuentro que aglomeró a familias, donde mamá, papá, tíos y hasta abuelos compartieron con sus nietos la reunión con el gigante de América.
Un show impecable que duró por un poco más de dos horas sirvió para reinvindicar la fama de los grandes festivales de nuestro país luego de que hayan sido amenazados por la tragedia del Ja’umina, situación que inspiró a Bronco a homenajear a Vita Aranda.
Además de esto, Lupe y sus hijos dejaron en claro de que Paraguay ocupa un lugar privilegiado en el corazón del gigante, pues el “Rohayhu Paraguay” se hizo sentir casi en cada intervalo musical. No faltó la reflexión de Lupe sobre la pandemia y el homenaje a todos los que partieron en ese periodo.
Asimismo, tanto él como sus dos hijos agasajaron a los hinchas de los clubes más populares de nuestro país. José apareció con la remera de Cerro, mientras que René salió al escenario con la remera del Olimpia; por su parte, Lupe apareció con una casaca blanca con el escudo paraguayo impregnado en el pecho.
No cabe duda de que los años pueden pasar, pero Bronco, el Gigante de América, encontró la forma de pasar la fórmula a una nueva generación que se encargará de hacer cabalgar a los caballos en el sendero musical, además de esto, sobre sus sombreros pesa un compromiso que consiste en mantener y seguir aglomerando fans bajo los éxitos que dejaron huellas en todo el mundo.
¡Hasta pronto Bronco, aquí les esperamos para seguir bailando!