Mucho pogo y rock and roll tuvimos en el Jockey Club.

Por Janinne Pérez González
Fotografías: Janinne @hormiguitaviajera
Para cerrar la semana en donde la productora G5 Pro nos dio una sobredosis de rock and roll, se presentó por primera vez en nuestro país el cantante británico Billy Idol, quien a pesar de los años, demostró que todavía mantiene la chispa para conquistar fanáticos de todas las edades.

En el Jockey Club de Asunción se montó un escenario en donde este artista y su banda en la que se destacó el guitarrista Steve Stevens, se presentaron ante un público que pudo disfrutar de cerca las canciones emblemáticas de Billy y sus nuevas producciones.

Luego de la enérgica presentación de la banda Garage 21, subió el británico al son de “Dancing with myself” y casi en cada estrofa iba repitiendo “Asunción Paraguay”, la única frase en español, mientras sus músicos hacían alardes de sus talentos a la hora de manipular instrumentos.

En medio de esta interpretación, Billy se puso de espaldas al público y empezó a cambiarse de ropa, el artista expuso su torso desnudo con unos collares de cadena que resaltaban con las luces. El cantante se dirigió al público en inglés y no paró de decir que estaba contento de estar en Paraguay.

El guitarrista Steve Stevens tuvo un par de momentos en los que expuso todo su talento con el instrumento de cuerdas, pues regaló a los presentes un solo excepcional mientras Billy iba por su tercer cambio de ropa.

El artista volvió a aparecer con el torso descubierto pero esta vez, traía una camisa blanca bajo la chaqueta negra y siguió el recital con “Flesh for fantasy” por supuesto, el público celebró esta interpretación acompañando el coro y añadiendo el ingrediente infaltable en los conciertos de rock: el pogo.

Así también, Billy estuvo muy regalón, primero, obsequió al público la camiseta negra que traía puesta minutos antes, luego, arrojó palillos de baterías y la gente de la primera fila se quedó con hojas autografiadas.

Tal como se prometió previamente al concierto, Billy interpretó “Cage” uno de sus más recientes sencillos, al igual que “Running for the ghost”. Pero el público estaba sediento de un clásico, así que Billy los complació con “Blue Highway”.

Seguidamente, tuvimos un espectacular show de solo de guitarra de la mano de Steve, quien se paseó por el escenario con su instrumento y hasta se arrodilló para tocarla con los dientes.

Frente al escenario estaban dos señoritas muy atentas al show y eso las llevó a ganarse la púa de Steve, quien al terminar su interpretación arrojó a las mismas como un obsequio por sus aplausos.

Billy manifestaba que podría quedarse toda la noche tocando, pero el show de casi una hora y media estaba por llegar a su fin cuando sonó fuerte y claro “Born to lose”. Este artista no podría brillar de tal manera si el acompañamiento de su banda, así es que procedió a presentarlos uno por uno para luego decir que este es un público “malditamente genial”, siempre en inglés.

Cerró el concierto con “White Wedding” y en medio de su interpretación salió un gracias en español, para que luego se encendieran las luces como señal de que este viaje al universo rock and roll llegó a su fin.